Para escribirte retomo el papel
no bastan la pantalla y los dedos golpeando el teclado
pidiendo permiso.
Para quererte dejo traspapelados
los espejos rotos, las patas de conejos, los hechizos, la
suerte,
la conjunción de estrellas y las cábalas.
Para tenerte en cambio, no sé si basten
los miedos que me asisten
estas manos y estos pies de bailarina que no fue
el cuerpo, los ojos y el corazón que lleva entre arritmias,
su ritmo.
No sé si basto para convencerte
o para dejarme convencer
y echarme al mar
en tus brazos de espuma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario