Vengo con dolores viejos
los míos y también los de ellas
quienes antes anduvieron los mismos pasos buscándote.
Tengo un dios nacido en cada piedra
como las voces que desde el sur nacen y al norte duermen,
un grito atravesado en mitad del optimismo
y la risa como los tambores hoscos que llegaron negros de
tanto mar.
Vengo desde ahora y para siempre
con el futuro cansado de andar sin encontrarte.
Mis derrotas caben en esta hoja gastada,
me acerco, siempre estoy lejos
siempre te vas.
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