A veces uno se cansa de ser hombre decía Neruda
y a veces una también de ser mujer digo yo
de batir pestañas
de desplegar encantos y velas
de mover las caderas y quemarse con el fuego de la cocina
del lápiz de labios, las cebollas
los pantalones ceñidos, el secador de pelo, la plancha
y todo el tiempo gastado en depilaciones, tintes y otros
rituales.
A veces una también se cansa de mujer
de las dietas, los tacones, las carteras
los anillos y sobre todo del sueño del vestido blanco
y el príncipe azul.
Y un día pasa que cansadas de ser mujer
nos levantamos un domingo
con todos los signos de las derrotas
y decidimos andar con la cara lavada
como limpias de culpas
aunque no nos silben al cruzar la esquina
y no paremos el tráfico.
Cansadas de ser mujer, de lo que quieren de ellas
nos entregamos a vivir.
Fabuloso!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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